Le deuxième obstacle : une question de culture

Nous ne ferons que le mentionner. Car, à quoi bon, dégager une demi-heure vouée à la paix si aucun savoir pratique n’y est associé ? A moins d’inventer (ce qui est bon en soi), cette demi-heure, on restera prostré, presque inquiet. Et maintenant, que vais-je faire ou ne pas faire ?  Je l’ignore, faute d’une transmission adéquate. Je l’ignore, faute d’avoir l’esprit préparé. Je l’ignore, car rien ne m’a été dit à ce propos. Ni par mes parents, ni à l’école, ni par mes amis. Un vrai désert intérieur. Le degré zéro du bien être. Le silence des idiots. Et de bayer aux corneilles, les yeux ronds. Cependant, déjà à ce point, quatre termes pourraient être distingués : le silence et la parole, l’acte et l’immobilité d’un corps (l'acte et la parole étant prédominants dans nos civilisations).   

El segundo obstáculo: una cuestión de cultura

Nos limitaremos a mencionarlo. Porque, ¿de qué sirve liberar media hora y consagrarla a la paz si no hay ningún conocimiento práctico asociada a ella? A menos que inventemos (lo que es bueno en sí) esta media hora, permaneceremos postrados, casi inquietos. Y ahora, ¿qué haré o qué no haré? Lo ignoro, por falta de la transmisión adecuada. Lo ignoro, porque mi espíritu no está preparado. Lo ignoro porque no se me ha dicho nada sobre ello. Ni mis padres, ni la escuela, ni mis amigos. Un verdadero desierto interior. El grado cero del bienestar. El silencio de los idiotas. Y papar moscas, con los ojos abiertos. No obstante, llegados a ese punto, podríamos distinguir cuatro términos: el silencio y la palabra, el acto y la inmovilidad de un cuerpo (siendo el acto y la palabra lo que predominan en nuestras civilizaciones).